En Beteta, localidad donde se sitúa nuestra casa, comienza la Ruta del mimbre. Esta ruta reúne a una serie de pueblos que antiguamente se dedicaban a trabajar esta fibra vegetal que se extrae de un arbusto perteneciente a la familia de los sauces. Con él se pueden crear un gran número de hermosos objetos, como cestos y muebles. La tradición artesana del mimbre es aún hoy en día el eje principal de la economía de muchos de los pueblos comprendidos entre las comarcas conquenses de la Serranía Alta y de La Alcarria, una zona en la cual grandes extensiones de campos de color rojizo contrastan con la vegetación del lugar, aumentando con ello la belleza de estas tierras.
La Ruta del Mimbre nos llevará a un recorrido de unos 110 kilómetros, durante el cual, además de disfrutar de la belleza de los paisajes de esta zona, podremos asimismo conocer los pequeños pueblos que forman parte de esta ruta. Dentro de los pueblos que forman parte de este recorrido destaca Beteta, con su Castillo de Rocha Fría y Priego, este último el más importante de la ruta, siendo un punto de interés dentro de esta.
Priego es un pueblo con gran tradición alfarera y de tratamiento de esta fibra vegetal, dentro de él podemos encontrar lugares de interés como el Convento de San Miguel de la Victoria, el Palacio de los Condes de Priego o disfrutar del estrecho y de las actividades de vía ferrata que se realizan en este.