Este ha sido el invierno más inusual de la historia, el tiempo y la climatología no an dado tregua, o han dado demasiada. Ha sido bastante raro, días con muchísimo calor, días con muchísimo frío en los que no se podía salir de casa, o días con lluvias torrenciales en los que ha estado lloviendo 24 h.
Y este clima extremo aquí nunca ha sido así… o hace frío o hace calor… o es verano o invierno, no hay termino medio, ni termino tan extremo… Y es que creo que aun que haya gente que desmienta esto del cambio climático, es cierto, todo cambia a una velocidad espantosa, para la que nuestro cerebro primitivo y reptiliano aun no esta preparado.
Es cierto que vivimos en un sistema y en una sociedad muy desconectada con sus ritmos circadianos, pero cuando vives en un pueblo de muy poquitos habitantes te acerca un poco a sentir ese recogimiento del inverno, ese volver a la cueva, esa preparación o transición que nos lleva a estar en casa tranquilos, con comida confortable, calor de la chimenea, un libro, y la vida lenta… Sí se que suena muy idílico, muy de vídeo de YouTube, pero en cierta parte es cierto, aquí en la despoblación, mucha gente vive así, y en parte me parece una suerte, un privilegio, ver como hay personas en los que la tecnología aun no ha ahondado lo suficiente, que no saben ni que es TikTok y que viven vidas reales, en las que no existe una red social, o simplemente que se permiten y pueden estar solos durante un día con sus pensamientos, sin ir de un lado para otro, sin pensar realmente lo que se están perdiendo al ver vidas ideales en las redes sociales.
A nivel personal nunca antes había disfrutado un inverno como este tanto, ese recogimiento, esas pocas ganas de salir, de hacer cosas en casa, de tener poca actividad social, y no sentirme mal por ello, creo que es por que estoy apunto de dar a luz y esto me ha cambiado profundamente, y a reseteado todo mi cerebro. También por que he perdido mucho tiempo en intentar buscar un sistema optimo de organización en las Casas Rurales, para cuando venga Manuela, para que no tengan que depender tanto de mi, y poder dedicar tiempo a criar a mi hija acorde con mis valores y principios.
Hoy dejo aquí, a aparte de esta reflexión, sobre lo que ha pasado en este tiempo, una receta muy simple y muy fácil, quiero que se quede recogida aquí, para en un futuro poder hacer una guía de recetas, no tengo medidas exactas, pero creo que es muy guay ver ideas de platos e inspirar, y más si nos conectan con este ritmo circadiano invernal.
NISCALOS- CALABAZA Y HUEVO.
Empezamos haciendo una crema de calabaza bastante densa, mi truco para esto es poner la calabaza con un poco de puerro y cebolla en la olla exprés con poca agua 10’ de cocción y luego triturar muy potente con sal, pimienta y un chorizo de leche de coco, ahí la clave. En una sartén ponemos un poco de cebolla y pochamos , añadimos los císcalos troceados y luego unos trocitos de chorizo o jamón, al final para que ligue y no se queden muy duros. Para finalizar el plato, hacemos un huevo frito o noche y lo ponemos encima. No importa en que lugar del mundo estes, quizás no tengas chimenea, o no veas las montañas por la mañana, pero conectarás con el invierno y esa energía primitiva de volver hacia uno mismo.
VOLVEMOS.
GRACIAS.